En la hora que yo muera
echare de menos la vida
por lo hermosa que esta era
cuando de caza salía.
A todos recordare
a todos los que me querían
pero siempre recordare
mis sierras, mis solanas, mis umbrías...
Mis quejigos y mis jaras, mis madroñas
las peleas de los guarros
el berrido del venado
los campos abruptos y arados.
El conejo se esconde
la liebre chilla
el búho emite ruido
es la hora de la salida.
Recuerdo la luna grande
sobre mis sierras
de silenciosas noches
noches puras y eternas.
Dios que luna
siempre la recordare
ancha, limpia, majestuosa
la querría coger.
Y los lances que tuve
con mis perros y el cuchillo
cara a cara con el guarro
frente a grandes navajas y afilados colmillos
Con la ropa rota
con la cara negra de jaras
sientes dentro de ti
el monte que te llama
Y él sentarte en los peñascales
pensando tranquilo y parado
y ver como ondulan los pinos
por el viento que llega helado
Hace frió aquí en la sierra
llueve, ventea
el cielo se resquebraja
comienza la tormenta
Recuerdo las noches
descansando junto al fuego
hablando de mis perros
con los nobles podenqueros
Del venado que escapo
monte arriba por el cerro
del guarro que estando herido
ha rajado dos perros
Me dicen los podenqueros
que ahí se bañan los guarros
que ahí beben los venados
que ahí empieza su madre de montes, pinos y naturaleza.
Me cuentan los podenqueros en verano
a la luz de la luna
de sus perros y hazañas
venturas y desventuras.
De cómo escapo el venado
monte arriba por las peñas
de cómo confundió a los perros
la guarra con su criadero.
Cuentan de una mañana
que cuando el frió mas atacaba
que levantaron un verraco
de afiladas navajas
De cómo le corrieron los perros
de que no le dieron tregua
de que allí entre los pinos
se aculo junto a una jara
donde acabo su vida
la bella y terrible fiera
Cansados bajan los perros
al sonar de la caracola
traen muchos en sus fauces
sangre de la gran pelea.
Que a gusto sé está en la casa
de la falda de la sierra
allá en lo alto
donde corren cantarines
arroyuelos de agua fresca.
Llegan los podenqueros
al fuego de la chimenea
hombres altos y fuertes
duros como la sierra.
El sol sé está poniendo
la luna a salir empieza
se distingue allí a lo lejos
alguna temprana estrella.
El viento roza mi cara
que a gusto sé esta en la sierra.
MORIR JUNTO A UNA JARA
MORIR JUNTO A UNA PEÑA
YO LO QUE QUIERO
ES MORIR EN LA SIERRA